viernes, 10 de octubre de 2008

Otoño

Hay tardes grises
que son cristales empañados,
el aire hace cabalgar las hojas.
Los pasos son huellas,
caminos poblados de sombras,
cada hoja con su historia,
cruje,
melodía lastimera
de ocres esparcidos,
como estrellas en un fondo
de asfalto y tierra.
Las que el viento aún no desprende
en su afán de vanagloria
se mecen en la cuna de la noche.

2 comentarios:

Marina Tapia Pérez dijo...

¡Me alegro que haya creado un blog, mamá!Es usted una poeta muy buena (es hora que así lo sienta) y siga por este hermoso camino de la búsqueda de su voz. No deje de colgar nuevos textos. Un gran abrazo desde Madrid. Marina

Unknown dijo...

Un poema muy evocador. Expresa con belleza el sentimiento otoñal. Besos desde Madriz.

Anhelos

Anhelo un día luminoso
de verde seda teñido

nubes caminando el cielo
con pasos silentes

quiero acostarme en la hierba
y soñar
contemplativa alegre
mientras los dedos del aire
acunan mi alma

abro otros ojos
mas blancos
mas dulces

el día circula apacible
dentro de mí





mujer sumergida

mujer sumergida
pintura mia que refleja la busqueda en el interior del subconciente