Hay casas a las que temo entrar
han tejido en su interior
inmensas telarañas de silencio
y, agrietadas
aún respiran añoranzas
del calor que las habitaban
lloran en sus papeles
descolgándose…
en sus muros carcomidos.
en el olor a humedad del tiempo
que impregna todo
ese llanto que no cesa
esa muerte quebrajando
las paredes.
1 comentario:
Hola Pamela, ¿como va todo?,
un saludo y un abrazo fuerte, que siga la bella poesía y el belo arte.
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