Me sumerjo
en un mundo aparte
subterráneo
profundo
extendido,
enraizado y oscuro.
Me golpea su sofocante
presencia mecánica
Chirrían las plateadas escaleras
un lenguaje de sonidos metálicos
casi humanos
multitudes me llevan por
caminos nocturnos.
Estación a estación
se bifurca el destino
carteles
señales
flechas
pasillos
escaleras
gentes
mendigos
voces
letreros gigantes.
Mis ojos van y vienen
atrapando imágenes
escuchando historias
súplicas, mentiras
rostros
músicas
A veces somos tantos…
hacinados
tocándonos sin conocernos
resignados
molestos
asfixiados
huimos por los pasillos
Corremos hacia la salida
año 1995.
1 comentario:
si el viaje durara lo que el sueño y expectativa de llegar...
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