Como en un juego
me coloco
el delantal-prisión
de las labores de limpieza.
Me miro en el espejo
y soy totalmente anónima.
Mis complementos,
el cubo,
la fregona,
la escoba,
el jabón,
la lejía,
los guantes de goma.
Como en un juego
de identidades
voy danzando por
los pasillos,
vertiendo agua,
bautizando rincones
y paredes
como sacerdotisa de blancura.
Los cristales se transparentan,
las paredes brillan.
A medida que voy
perdiendo luz
todo resplandece.
Acabada la tarea
me quito el delantal-prisión,
la máscara
me miro en el espejo
para volver a ver mis ojos
nuevamente.
me coloco
el delantal-prisión
de las labores de limpieza.
Me miro en el espejo
y soy totalmente anónima.
Mis complementos,
el cubo,
la fregona,
la escoba,
el jabón,
la lejía,
los guantes de goma.
Como en un juego
de identidades
voy danzando por
los pasillos,
vertiendo agua,
bautizando rincones
y paredes
como sacerdotisa de blancura.
Los cristales se transparentan,
las paredes brillan.
A medida que voy
perdiendo luz
todo resplandece.
Acabada la tarea
me quito el delantal-prisión,
la máscara
me miro en el espejo
para volver a ver mis ojos
nuevamente.
2 comentarios:
es un poema extraño donde la vida tiene otro cariz
me gusta, no habria escrito nunca un poema sobre ese tema "pata negra"
Publicar un comentario