inunda el día,
ciega de sol
cabalgo entre nubes.
El pincel del aire
resplandece en la espuma
y en las verdosas aguas
en movimiento.
Una gaviota parte el cielo en dos,
mis manos se transparentan
con el sol.
La arena húmeda registra mis pisadas,
entono una melodía
entre el murmullo del agua.
El paisaje habita mi alma.