viernes, 31 de marzo de 2023





OTOÑO
 

Amo el otoño

que respiro hondamente,

aroma profundo,

reminiscencia

absoluta.

Hálito de incienso.

Ciclo de reclusión. 

Caen las hojas maduras. 

La lluvia es tenue.

Viento fresco para el alma. 

Un perfume de nostalgia

va impregnando la tarde.

 

 

martes, 5 de octubre de 2021


 La luz blanca 

inunda el día,

ciega de sol

cabalgo entre nubes.


El pincel del aire

resplandece en la espuma

y en las verdosas aguas

en movimiento.


Una gaviota parte el cielo en dos,

mis manos se transparentan

con el sol.


La arena húmeda registra mis pisadas,

entono una melodía 

entre el murmullo del agua.


El paisaje habita  mi alma.



martes, 2 de abril de 2019



Tu cuerpo se hizo arena
de tanto mirar el horizonte,
tus ojos se volvieron claros
de tanto mirar el mar.

Tu beso lleno de ausencias
me acercó a tus brazos.
Me derramé en ti
como cascada.
Alargué los días.

Te imaginé cristal
y eras espejismo.
Envuelto en humo
no me viste..

Perdida en quimeras
la noche transcurre
apaciblemente.
La luna crea contornos
en el paisaje
y mis emociones se sosiegan.

Hay pasos que se acallan

Se que ahora te deslizas
en las aguas de otro cuerpo.

En el viaje de mis días
solo permanecen los recuerdos
y esa sensación de angustia
de tu silueta mirando el mar.


viernes, 14 de septiembre de 2018


Ciudad Natal

 

No me cabe Valparaíso

en la maleta.
Intenté guardar las casas
que se empinan por los cerros,
el reflejo de las ventanas
el aroma del mar,
la silueta de la luna.

Esas escaleras interminables
perdiéndose,
atropellando,
girando por las laderas.

Presiento que
no subiré más por ellas.

Tanta nostalgia
deambula por tus calles,
impregnadas de recuerdos
y de lluvia.
Antiguas casas
se deterioran y mueren,
viejos cines  ya no están.

Tradiciones que naufragan.

El mar y el viento
es testigo y presencia
de sueños,
sucesos, y tristezas,
y besa las playas
de mi memoria.
             Valparaíso agoniza,
            sus estertores
            rompen mi alma.

La pobreza se asoma
a las ventanas
y a las puertas que rechinan
quejidos de dolor.

Mi amor por ti no basta,
tampoco el de los
que te habitan.
                   Te sostiene 
el orgullo de tu belleza.
Aún así
las gaviotas no dejan de chillar,
florecen los aromos
ondean  volantines
y  cabelleras
                   por tus amplios cielos.

Todos somos poetas
de tu desordenada arquitectura.
Pintores
del color y el vendaval.

Amo este puzzle de casas, edificios 
plazas y palmeras.
Quiero ver el abanico de gentes
que recorren
todos los rincones
de tu geografía.

Mi maleta no será nunca tan
grande para llevarte por el mundo.

Voy tan lejos...

En mi corazón te albergo
puerto amado
mi Valparaíso.

Sé que te añoraré,
por eso te dejo mi pena
no quiero llevarla
que se quede contigo.

                                                 Pamela Pérez Bernal.
                                                 A mi tierra   2001.


                                    


lunes, 6 de noviembre de 2017

                                                                      Niñez

           Eres la risa que despierta el día,
la inquietud corriendo por parajes salvajes,
melodía es tú ser,
canto divino.

Sé siempre el ojo que mira asombrado
a la hormiga o la mariposa.
Aunque te diga princesa, maga, niña,
no cambies.

Gira, contempla nubes,
pregunta,
pequeña y gigante tu eres,
semilla y tierra fértil.

Tantos sueños por vivir,
tanta energía indomable

Ávida de sol, de mar, de arenas infinitas.
Todo en ti es magia

Amo tus ojos inocentes,
límpidos.
Me veo al mirarte.

Que nadie turbe tu infancia
ni robe tu libertad.






lunes, 10 de julio de 2017




Mi sombra y otras sombras
pueblan la noche de enero
camino entre nubes grises
y estrellas lejanas.
Saludo al aire frío
que me despeina
Saludo al riachuelo
que corre a lo lejos.
La sombra del árbol se alarga
contorsionando quimeras
Que pueblan mis sueños.

lunes, 19 de junio de 2017

   ( En la esquina del ojo hay asombro                             dúctil sonrisa de los dioses.)
                                                                                                                                                                                             Un rasguño en el tiempo     
un templo en llamas,
llamas y no te oigo
Un amuleto se balancea
en el techo de la duda.
Lo creé en la ignorancia
de dioses esquivos.
Equívoco fue el manuscrito
que dictaminó mi vida.
La desordené con amargura
seguí flechas opuestas.
¿Quién es esa que me habita?

Anhelos

Anhelo un día luminoso
de verde seda teñido

nubes caminando el cielo
con pasos silentes

quiero acostarme en la hierba
y soñar
contemplativa alegre
mientras los dedos del aire
acunan mi alma

abro otros ojos
mas blancos
mas dulces

el día circula apacible
dentro de mí





mujer sumergida

mujer sumergida
pintura mia que refleja la busqueda en el interior del subconciente